¿Qué es la
rentabilidad?
La rentabilidad mide
la capacidad de generar beneficios de una empresa en relación a lo que necesita
para llevar a cabo su actividad (activos y fondos propios).
Para analizar la
rentabilidad se utilizan estos ratios(Razones financieras):
Rentabilidad de los
fondos propios: Este
ratio relaciona el resultado generado con el patrimonio neto. También se
denomina ROE (del inglés return on equity).
Rentabilidad de los
fondos propios= Resultado / Patrimonio neto
Para que la empresa
sea rentable para los accionistas es preciso que la rentabilidad de los fondos
propios sea superior a la rentabilidad que los accionistas podrían obtener en
otras inversiones de riesgo similar. Esto es lo que se denomina coste de
oportunidad. Este ratio, por lo tanto, debe ser mayor que el coste de
oportunidad de los accionistas. Para conocer el coste de oportunidad hay que
preguntarlo a los accionistas, o bien consultar el tipo de interés sin riesgo
(suele ser el interés de la deuda pública a largo plazo) más una prima de riesgo.
La prima de riesgo compensa al accionista por el riesgo que corre al invertir
en la empresa.
Ejemplo: si el tipo
de interés de la deuda pública a largo plazo es del 4% anual y la prima de
riesgo es del 5% el coste de oportunidad será del 9% anual.
Para poder analizar
de qué factores depende la rentabilidad, este ratio se puede descomponer en
margen, rotación y apalancamiento financiero.
Para ello tenemos que
multiplicar por ventas/ventas y por activo/activo y obtenemos lo siguiente:
Así, la rentabilidad depende
del margen, es decir, del beneficio obtenido en relación a las ventas, de la
rotación (ver capítulo 4) y del apalancamiento.
El apalancamiento
mide si la empresa está muy endeudada o no. A mayor
proporción de deuda, más apalancada estará la empresa.
Para mejorar la
rentabilidad la empresa puede aumentar el margen mediante el aumento de los
ingresos o la reducción de los gastos, aumentar la rotación mediante el aumento
de las ventas o la reducción de activos, o bien puede aumentar el uso de la deuda,
si ésta es rentable para la empresa.
Rendimiento del
activo: Este
ratio informa del beneficio generado por el activo.
Rendimiento del
activo = Beneficio antes de intereses e impuestos (BAII) / Activo
Se utiliza el
beneficio antes de intereses e impuestos para no tener en cuenta la manera en
que se ha financiado el activo. El rendimiento del activo también se denomina
ROI (del inglés return on investments).
Se puede descomponer
en margen y rotación para analizar sus determinantes.
Para ello multiplicamos por
ventas/ventas:
Este ratio interesa
que sea lo más elevado posible ya que será indicativa de que el activo de la
empresa está siendo muy productivo. Otra manera de evaluarlo es comparándolo
con el coste medio de la deuda (intereses de la financiación). Si el
rendimiento del activo es superior al coste medio de la deuda, el beneficio
generado por la empresa es suficiente para atender el coste de la financiación.
Rendimiento del
activo > Coste medio de la deuda
El problema que puede
tener la empresa es que su rendimiento del activo sea muy bajo o que vaya
disminuyendo con el paso del tiempo, lo que quiere decir que se pierde
rentabilidad del activo. También es posible que el rendimiento del activo sea
negativo si en lugar de tener beneficios la empresa genera pérdidas.
Si el rendimiento del
activo es inferior al coste medio de la deuda, la empresa no está generando
suficiente beneficio para pagar los intereses de la deuda.
Para mejorar la
rentabilidad del activo la empresa debe aumentar el margen (aumentando los
ingresos o reduciendo los gastos) o aumentar la rotación (aumentado las ventas
o reduciendo los activos).