miércoles, 12 de julio de 2017

La rentabilidad de tu empresa

¿Qué es la rentabilidad? 
La rentabilidad mide la capacidad de generar beneficios de una empresa en relación a lo que necesita para llevar a cabo su actividad (activos y fondos propios). 
Para analizar la rentabilidad se utilizan estos ratios(Razones financieras):

Rentabilidad de los fondos propios: Este ratio relaciona el resultado generado con el patrimonio neto. También se denomina ROE (del inglés return on equity).

Rentabilidad de los fondos propios= Resultado / Patrimonio neto


Para que la empresa sea rentable para los accionistas es preciso que la rentabilidad de los fondos propios sea superior a la rentabilidad que los accionistas podrían obtener en otras inversiones de riesgo similar. Esto es lo que se denomina coste de oportunidad. Este ratio, por lo tanto, debe ser mayor que el coste de oportunidad de los accionistas. Para conocer el coste de oportunidad hay que preguntarlo a los accionistas, o bien consultar el tipo de interés sin riesgo (suele ser el interés de la deuda pública a largo plazo) más una prima de riesgo. La prima de riesgo compensa al accionista por el riesgo que corre al invertir en la empresa.

Ejemplo: si el tipo de interés de la deuda pública a largo plazo es del 4% anual y la prima de riesgo es del 5% el coste de oportunidad será del 9% anual.
Para poder analizar de qué factores depende la rentabilidad, este ratio se puede descomponer en margen, rotación y apalancamiento financiero.
Para ello tenemos que multiplicar por ventas/ventas y por activo/activo y obtenemos lo siguiente:





Así, la rentabilidad depende del margen, es decir, del beneficio obtenido en relación a las ventas, de la rotación (ver capítulo 4) y del apalancamiento.

El apalancamiento mide si la empresa está muy endeudada o no. A mayor proporción de deuda, más apalancada estará la empresa.
Para mejorar la rentabilidad la empresa puede aumentar el margen mediante el aumento de los ingresos o la reducción de los gastos, aumentar la rotación mediante el aumento de las ventas o la reducción de activos, o bien puede aumentar el uso de la deuda, si ésta es rentable para la empresa.

Rendimiento del activo: Este ratio informa del beneficio generado por el activo.

Rendimiento del activo = Beneficio antes de intereses e impuestos (BAII) / Activo


Se utiliza el beneficio antes de intereses e impuestos para no tener en cuenta la manera en que se ha financiado el activo. El rendimiento del activo también se denomina ROI (del inglés return on investments).

Se puede descomponer en margen y rotación para analizar sus determinantes.
Para ello multiplicamos por ventas/ventas:

Este ratio interesa que sea lo más elevado posible ya que será indicativa de que el activo de la empresa está siendo muy productivo. Otra manera de evaluarlo es comparándolo con el coste medio de la deuda (intereses de la financiación). Si el rendimiento del activo es superior al coste medio de la deuda, el beneficio generado por la empresa es suficiente para atender el coste de la financiación.

Rendimiento del activo > Coste medio de la deuda

El problema que puede tener la empresa es que su rendimiento del activo sea muy bajo o que vaya disminuyendo con el paso del tiempo, lo que quiere decir que se pierde rentabilidad del activo. También es posible que el rendimiento del activo sea negativo si en lugar de tener beneficios la empresa genera pérdidas.

Si el rendimiento del activo es inferior al coste medio de la deuda, la empresa no está generando suficiente beneficio para pagar los intereses de la deuda.

Para mejorar la rentabilidad del activo la empresa debe aumentar el margen (aumentando los ingresos o reduciendo los gastos) o aumentar la rotación (aumentado las ventas o reduciendo los activos).