sábado, 22 de julio de 2017

Lo más importante de: Toma de decisiones con datos de costes

Toma de decisiones con datos de costes
Uno de los objetivos de la contabilidad de costes es suministrar datos que ayuden a la toma de decisiones empresariales. Parece oportuno, antes de presentar las decisiones que requieren datos de costes, delimitar algunos conceptos relativos a los tipos de costes. De esta forma, posteriormente se usarán estos conceptos en función del tipo de decisión que se desee evaluar.

Los costes relevantes son: los que se verán afectados por una decisión.
Por tanto, al evaluar qué decisión tomar ante varias alternativas sólo se deben considerar los costes relevantes. En la mayoría de los casos, los costes relevantes son los denominados costes incrementales (costes adicionales que se producen si se toma una determinada decisión).

Los costes irrelevantes son: los que no se verán afectados por una determinada decisión. Los costes en los que se ha incurrido y/o se va a incurrir en el futuro como consecuencia de decisiones ya tomadas, son irrelevantes para la toma de decisiones. Es decir, no se pueden evitar independientemente de cuál sea la decisión que se está considerando. A estos costes se les denomina costes hundidos.



Por ejemplo: 
En una agencia de viajes que organiza una salida, el coste de publicidad es irrelevante para decidir si el viaje se cancela por no haber llegado a un mínimo de clientes. En este caso, los únicos costes relevantes serán los que se han de comprometer a partir de ese momento para cada una de las alternativas posibles.

Las decisiones que se van a considerar tienen en común que se evaluarán desde la perspectiva del corto plazo. Por ello, no se considerarán otros temas que son más a largo plazo, como son la estrategia de la empresa, el análisis de los competidores, los puntos fuertes y débiles de la empresa, etc. En el corto plazo tiene sentido la clasificación de costes variables y costes fijos ya que a largo plazo todos los costes se consideran variables. La mayoría de decisiones empresariales, y sobre todo las de corto plazo, requieren, para ser evaluadas correctamente, datos de la contabilidad de costes.

Entre estas decisiones que destacan: