miércoles, 26 de julio de 2017

Todo sobre: Análisis de los gastos

Análisis de los gastos


Son muchas las empresas que tienen un volumen de ventas muy importante y una cuota de mercado muy elevada pero que acaban teniendo pérdidas por no llevar a cabo una buena política de control de gastos.
Para analizar los gastos lo que se suele hacer es comparar el peso de cada concepto de gasto en relación a las ventas. Por ejemplo, para el consumo de material sería:

Consumo de materiales / Ventas

Interesa que estos ratios sean lo más reducidos posible. Para llevar a cabo este análisis es muy útil expresar la cuenta de pérdidas y ganancias en porcentajes, como se puede observar en la siguiente tabla.

Ventas netas
- Materiales consumidos
+ Otros ingresos de explotación
- Gastos de personal
- Amortización
- Otros gastos de explotación
  374.500
  –98.000
    50.000
–189.000
  –12.500
  –14.000
100%
–26,17%
13,35%
–50,47%
–3,34%
–3,74%
Resultado antes de intereses e impuestos
- Gastos e ingresos financieros
  111.000
    –2.500
29,64%
–0,67%
Resultado antes de impuestos
- Impuesto de Sociedades (30%)
  108.500
  –32.550
28,97%
–8,69%
Resultado
    75.950
20,28%


La cuenta de pérdidas y ganancias expresada en porcentajes permite ver cuál es el peso de cada partida de gasto en relación a las ventas.
En general, las partidas de gastos que conviene controlar más son los gastos de materiales, gastos de personal y los gastos financieros. Para reducir los gastos de materiales la empresa puede renegociar con los proveedores para conseguir mejores condiciones de compra, comprar en cooperativas con otras empresas para conseguir mejores precios.

Para reducir los gastos de personal la empresa puede invertir en formación para que sus trabajadores sean más eficientes y se reduzca el número de horas extras, controlar los tiempos de cada empleado, incentivar a los empleados para mejorar la productividad.

Para reducir los costes financieros la empresa puede reducir la deuda, negociar mejores condiciones con los bancos.

martes, 25 de julio de 2017

Todo sobre: Análisis de las ventas

Análisis de las ventas
Análisis de las ventas

Para cualquier empresa es un objetivo primordial conseguir una buena cifra de ventas. Para analizar las ventas se pueden utilizar los siguientes ratios:

Crecimiento de las ventas: Consiste en comparar las ventas de diferentes ejercicios y se calcula como se muestra a continuación:

Crecimiento de ventas = Ventas último año / Ventas año anterior

Este ratio debería ser lo más elevado posible. Es importante tener en cuenta el papel que la inflación puede jugar al calcular este ratio. La inflación es el incremento en el nivel general de precios de los productos.
La inflación implica que no sean comparables magnitudes económicas de ejercicios diferentes, es decir, las ventas del último año serán superiores por el efecto de la inflación. Por este motivo, lo óptimo sería que el valor del ratio sea superior a la inflación.
Las ventas son un importante determinante del beneficio, si las ventas se estancan o disminuyen se puede reducir el beneficio o incluso se pueden producir pérdidas. En este caso es conveniente revisar el plan de marketing para elevar las ventas.

Cuota de mercado: Este ratio proporciona información sobre la cuota de mercado que tiene la empresa en el sector en el que opera. Se calcula de la siguiente manera:

Cuota de mercado = Ventas de la empresa / Ventas del sector

El valor óptimo es que sea elevada y que se incremente con el paso del tiempo. Si se reduce puede indicar que la empresa está perdiendo competitividad.
En cualquier caso, para incrementar las ventas y ganar cuota de mercado, es necesario revisar el plan de marketing de la empresa.

Innovación: Este ratio permite valorar el peso que tienen las ventas de nuevos productos en relación al total de ventas de la empresa. Se calcula así:

Innovación = Ventas de nuevos productos /  Ventas totales




sábado, 22 de julio de 2017

Todo sobre: Eliminación de una parte de la empresa

Eliminación de una parte de la empresa

Este tipo de decisiones son las que evalúan la conveniencia de eliminar productos, o dejar de trabajar para un cliente o grupo de clientes, o eliminar una zona de ventas o una fábrica, por ejemplo.
En estos casos, se supone que una parte de los ingresos desaparecerían, pero de todas maneras hay que estudiar los efectos producidos en otras partes de la empresa. Por ejemplo, al eliminar un producto pueden producirse modificaciones en las ventas de otros productos, que en algunos casos pueden verse beneficiados por esa decisión y en otros casos salir perjudicados.

Los costes relevantes son los que desaparecerían si se opta por la eliminación.

En principio, los costes que desaparecerían son los costes variables, pero a veces puede desaparecer algún coste que hasta ese momento era fijo. Por ejemplo, si se elimina un producto no sólo desaparecen los costes de materia prima, ya que la empresa también podría ahorrarse el sueldo del jefe de producto, que a pesar de ser fijo hasta ahora, también podría desaparecer, si la empresa se plantea despedirlo.
Todo ello, ha de plasmarse en dos cuentas de resultados globales de la empresa, una incluyendo la parte que se está evaluando, y la otra no ha de incluir dicho elemento para poner de manifiesto las diferencias entre ambas.

Ejemplo: A continuación se muestra la cuenta de resultados global de una empresa que se plantea la eliminación de un producto. Se compara el resultado con y sin el producto en cuestión:


Con el producto X
Sin el producto X
Ventas
1,450
1,200
– Costes
–950
–600
Resultado
500
600



En base a los datos anteriores, parece que es razonable la decisión de eliminar el producto X. Además de las cifras hay que considerar elementos de tipo estratégico, como la repercusión en la imagen de la empresa. Aunque desde el punto de vista del beneficio, la decisión de eliminar el segmento en cuestión puede ser favorable.

Todo sobre: Fabricar o subcontratar

Fabricar o subcontratar
En este caso, hay que comparar los costes que desaparecerían en caso de subcontratar, con el precio ofertado por el subcontratista. Éste es un tipo de problemática muy actual ya que muchas empresas están considerando la posibilidad de comprar fuera (outsourcing, en inglés) en lugar de fabricar.

Pero además, hay que considerar otros factores de tipo estratégico, tales como la calidad del producto, la garantía de que el subcontratista mantenga sus condiciones a largo plazo y la importancia estratégica que tiene en la empresa la función que se está evaluando. Esto último es importante porque aunque a veces sea más barato producir fuera, una función clave para la empresa puede convenir que no se subcontrate. 
Pero además, hay que considerar otros factores de tipo estratégico, tales como la calidad del producto, la garantía de que el subcontratista mantenga sus condiciones a largo plazo y la importancia estratégica que tiene en la empresa la función que se está evaluando. Esto último es importante porque aunque a veces sea más barato producir fuera, una función clave para la empresa puede convenir que no se subcontrate.

Por ejemplo, una empresa que utilice una fórmula confidencial para la fabricación de un producto, no estará interesada en pasar esa fórmula a un subcontratista.
Para tomar este tipo de decisiones los costes relevantes serán estrictamente los variables.


Ejemplo:
Una empresa está evaluando la posibilidad de subcontratar un proceso que para ella tiene un coste total de 20.000 u.m. por unidad.
Un subcontratista oferta la posibilidad de hacer lo mismo por 18.000 u.m. En primer lugar, es necesario conocer qué parte de los 20.000 es variable y qué parte es fija. Si se supone que los costes variables representan el 50%:
Costes que desaparecerán si se subcontrata: 10.000 (costes variables)
Costes que la empresa tendrá si subcontrata: 18.000 (coste de la subcontratación)
A la empresa no le sale a cuenta subcontratar ya que el coste de la subcontratación es superior a los costes variables (que son los que desaparecerán al subcontratar el proceso).

Por tanto, en este tipo de decisiones el coste variable sería el coste incremental (el que varía con la decisión y, por tanto, el coste relevante).


Todo sobre: Fijación de precios de venta

Fijación de precios de venta
El precio de venta de un producto o servicio suele fijarse en base al análisis del precio de mercado. Este precio depende de lo que el cliente esté dispuesto a pagar, de los precios de la competencia, de la existencia o no de restricciones legales en relación a los precios y de la política de marketing que se diseñe. Pero además, para fijar precios de venta debe tenerse en cuenta la estrategia de la empresa. Ésta es la información relevante para la fijación de los precios de venta.

De todas maneras, se va a exponer cómo se pueden fijar precios de venta orientativos en base a los precios de coste y a las expectativas de beneficio que tiene la empresa.



Ejemplo:

El precio de coste de una pizza era de 3,89 u.m. Para fijar el precio de venta de una pizza hay que tener presente que en dicho coste sólo se ha tenido en cuenta una parte de los costes, los costes de materiales. Entre otros costes falta incluir el de la mano de obra (cocina, transportista...), el de otros consumos (aceite, sal, especias, gas, electricidad...) y los gastos de estructura (alquiler del local, tributos...). Por ello, para calcular el precio de venta a partir del coste directo obtenido, que sólo incluye el coste de ciertos consumos, sería preciso fijar un porcentaje que permita también cubrir los demás costes y obtener un beneficio. Este porcentaje se suele fijar en base a la experiencia de años anteriores y a los precios de mercado para la categoría del restaurante correspondiente.

Una forma de fijar este porcentaje consistiría en analizar los costes del año anterior. Para ello, se dividen todos los costes entre costes directos y costes indirectos. A lo anterior se añade el beneficio deseado para fijar el porcentaje de margen a obtener.

Siguiendo con el ejemplo, supónganse los datos siguientes en relación con el año anterior:
  

u.m.
%
Costes directos
58.503
30
Costes indirectos
97.505
50
Costes totales del año anterior
156.008
80
Beneficio anual deseado
39.002
20
Total de costes más beneficios deseados (ingreso total)
95.010
100

Por tanto, los costes imputados a las pizzas suponen el 30% del ingreso total que cubre el resto de costes y proporciona el beneficio deseado.
En este caso, para determinar el precio de venta de una pizza se dividirá el coste de los consumos imputados a la pizza por 0,30 (expresión en tanto por uno del 30%):

Precio de venta de la pizza= Coste de materiales / Tanto por uno que representa  el coste de materiales sobre el ingreso total


Precio de venta de la pizza= 3,89/0,30=12,96 u.m.

Al aplicar el método expuesto se tendrá que verificar cuál es el precio de mercado de la pizza. También deberá comprobarse que la proporción entre los costes de materiales y el resto de costes se mantiene en relación al año anterior.


Añadir un porcentaje de beneficio a los costes para establecer el precio de venta es un razonamiento no válido en muchas empresas, ya que tiene que ser el mercado el que oriente las decisiones. De todas formas, es útil conocer los diversos componentes del coste total de un producto.

Lo más importante de: Toma de decisiones con datos de costes

Toma de decisiones con datos de costes
Uno de los objetivos de la contabilidad de costes es suministrar datos que ayuden a la toma de decisiones empresariales. Parece oportuno, antes de presentar las decisiones que requieren datos de costes, delimitar algunos conceptos relativos a los tipos de costes. De esta forma, posteriormente se usarán estos conceptos en función del tipo de decisión que se desee evaluar.

Los costes relevantes son: los que se verán afectados por una decisión.
Por tanto, al evaluar qué decisión tomar ante varias alternativas sólo se deben considerar los costes relevantes. En la mayoría de los casos, los costes relevantes son los denominados costes incrementales (costes adicionales que se producen si se toma una determinada decisión).

Los costes irrelevantes son: los que no se verán afectados por una determinada decisión. Los costes en los que se ha incurrido y/o se va a incurrir en el futuro como consecuencia de decisiones ya tomadas, son irrelevantes para la toma de decisiones. Es decir, no se pueden evitar independientemente de cuál sea la decisión que se está considerando. A estos costes se les denomina costes hundidos.



Por ejemplo: 
En una agencia de viajes que organiza una salida, el coste de publicidad es irrelevante para decidir si el viaje se cancela por no haber llegado a un mínimo de clientes. En este caso, los únicos costes relevantes serán los que se han de comprometer a partir de ese momento para cada una de las alternativas posibles.

Las decisiones que se van a considerar tienen en común que se evaluarán desde la perspectiva del corto plazo. Por ello, no se considerarán otros temas que son más a largo plazo, como son la estrategia de la empresa, el análisis de los competidores, los puntos fuertes y débiles de la empresa, etc. En el corto plazo tiene sentido la clasificación de costes variables y costes fijos ya que a largo plazo todos los costes se consideran variables. La mayoría de decisiones empresariales, y sobre todo las de corto plazo, requieren, para ser evaluadas correctamente, datos de la contabilidad de costes.

Entre estas decisiones que destacan:


jueves, 13 de julio de 2017

Todo sobre: Gestión de pagos y cobros

Gestión de pagos y cobros
La política de la empresa en relación a la gestión de pagos y cobros es muy importante. Cobrar antes de los clientes implica disponer de unos fondos que permitirán hacer frente a las deudas a corto plazo y pagar más tarde a los proveedores implica disponer de una financiación.

Las técnicas que se pueden utilizar para llevar a cabo un análisis de la gestión de cobros y pagos son:
  • Ratios
  • Cuadro donde figuren los saldos de clientes con sus vencimientos separando los vencidos de los que están pendientes de vencer.
  • Ciclo de maduración y ciclo de caja.


Ratios
Los principales ratios que se utilizan son:

Plazo de cobro: Este ratio nos proporciona información sobre el plazo medio de cobro de los clientes y se calcula de la siguiente manera:

Plazo de cobro = Clientes/ Venta diaria


La venta diaria es la venta anual dividida por 365 días. En el numerador se incluye la partida de clientes pero también otras partidas como efectos a cobrar.

Como el numerador incluye el IVA pero el denominador no lo incluye, debemos deducir el IVA incluido en el numerador para que sean magnitudes comparables.

El valor óptimo es que este plazo sea lo más reducido posible. El problema de que este ratio sea elevado es que cuanto más se tarde en cobrar de los clientes más problemas financieros puede tener la empresa y más posibilidades de que el cliente acabe no pagando la deuda.

Para corregir estos problemas existen empresas especializadas en la gestión de cobros (compañías de factoring), se puede contratar un seguro de crédito o mejorar la política de gestión de crédito a clientes.



Plazo de pago: Este ratio nos proporciona información sobre el plazo medio de pago a los proveedores y se calcula de la siguiente manera:

Plazo de pago = Proveedores / Compra diaria

La compra diaria es la compra anual dividida por 365. También es posible utilizar en lugar de las compras el consumo de materiales.

De nuevo es necesario eliminar el IVA del numerador ya que éste no está incluido en el denominador.

Lo óptimo es que el valor de este ratio sea elevado para pagar más tarde a los proveedores.

Los problemas que podemos encontrar cuando el ratio es bajo es que la empresa puede tener dificultades financieras por pagar demasiado pronto a los proveedores. La solución a este problema es negociar con los proveedores unas condiciones de pago que beneficien a la empresa.


Financiación de clientes por proveedores: Como ya se ha comentado anteriormente, el saldo de proveedores representa la deuda sin coste explícito. Por eso es importante comprobar qué parte del saldo de clientes está financiado con el saldo de proveedores. Se calcula así:

Financiación de clientes por proveedores = Proveedores / Clientes

Este ratio interesa que sea lo más elevado posible. Si es mayor que 1 quiere decir que el saldo de proveedores nos está financiando el saldo de clientes, lo que es muy positivo para la empresa. Si por el contrario el valor es muy bajo, la empresa debería replantearse su política de gestión de cobros y pagos para pagar más tarde y cobrar más pronto.




Cuadro de saldos de clientes con sus respectivos vencimientos
Es importante separar los que están vencidos de los que están pendientes de vencer. Este cuadro es un buen complemento para el análisis de la gestión de cobros de la empresa.



Ciclo de maduración y ciclo de caja
El ciclo de maduración es el plazo en días que transcurre desde que se compra la materia prima hasta que se cobra del cliente.
Incluye el proceso de producción, almacenamiento, venta y cobro de la venta. Lo ideal es que el plazo sea lo más corto posible para que las necesidades financieras de la empresa sean menores.
Las empresas comerciales, como no tienen proceso de producción, presentan un ciclo de maduración muy corto. Los supermercados, por ejemplo, tienen un ciclo de maduración de unos pocos días porque, además, en este tipo de empresa, el cobro del cliente es al contado. En las empresas industriales, en cambio, el ciclo de maduración es mucho más largo.
El ciclo de caja se obtiene al restar del ciclo de maduración el plazo de pago a proveedores ya que dicho plazo es la financiación automática que se obtiene de ellos.



Un ciclo de caja favorable permite que la empresa pueda tener sobrantes de liquidez (lo que suele ocurrir en los supermercados, ya que cobran al contado pero no pagan al contado a sus proveedores). Esta situación en cambio es inusual en las empresas industriales siendo muy importante en estos casos la política de gestión de cobros y pagos de la empresa.


   
Ejemplo resuelto: Una empresa aporta la siguiente información:

Número de días de las materias primas en el almacén
32
Número de días que dura el proceso productivo
15
Número de días que permanecen los productos acabados en el almacén
25
Plazo de pago a proveedores
30
Plazo de cobro de clientes
45







Solución:
Para calcular el ciclo de maduración debemos calcular los días que transcurren desde que se compra la materia prima hasta que se cobra de los clientes. En este ejemplo el ciclo de maduración será:

Ciclo de maduración = 32 días + 15 días + 25 días + 45 días = 117 días


Para calcular el ciclo de caja se debe descontar del ciclo de maduración el plazo de pago a proveedores, tal y como se muestra a continuación:

Ciclo de caja = 117 días – 30 días = 87 días